miércoles, marzo 29, 2006

Malena


Ayer acosté a Malena.
Malena es mi hija menor, tiene cuatro años. El mayor de mis hijos es Tomás y está pronto a cumplir diez años.
Pero ayer acosté a Malena, ella me pidió que la acompañara mientras se dormía... es en esos momentos en donde puedo robarle algunos besos y abrazos que su feminidad en formación, pero tan formidable le impiden regalarme sin antes demostrarme quién es la que manda. Y allí fuimos, a dormirla.
Es terrible, me puede y lo sabe.
Tiene cuatro años y hay veces en que parece que tuviera cuarenta...
Bueno sí, es mi hija... ¿quién hablaría mejor de mi hija que yo, verdad?
No importa, pese a ello, bastará con la siguiente muestra:
Semana de fiebre. Semana de no ir al jardín. Gran-problema-Gran. Malena tiene más ganas de ir al jardín de infantes que de volver a su casa!
Semana de fiebre, decía. Semana de remedios: otro big problem. Very big problem.
El punto es que yo vuelvo del trabajo, y la veo en mi cama, abrigadita, mirando la tele, quietecita, calladita. Pese a los dos últimos diminutivos que utilicé, por favor no menospreciar el sentido original que tienen estos adjetivos: quieta y callada, estados en los que Malena rara vez incurre, habida cuenta de su natural carácter dinámico y de su no menos natural género y locuacidad.
Decía, semana de fiebre. Llego del trabajo, me recuesto a su lado, y le doy unos besos suaves en el cuello afiebrado.
La fiebre suele poner a mis hijos de una manera especial, más allá de la temperatura corporal. No sé qué ocurre con otros niños, pero a los míos los pone lenguaraces, les afloja las inhibiciones.... Bueno, en el caso de Malena, no haría falta, pero igual lo hace...
Estaba entonces yo saludando a mi hijita afiebrada, todavía con el saco, el pantalón del laburo y diciéndole al oído... "Hola mamuchi... ¿cómo está mi Princesita?", a lo que Malena respondió canchera, y como quien saluda a alguien conocido, pero a la distancia... "Gordoooo..." ¡¿Cómo me va a decir así...?!

Ayer acosté a Malena.
La acosté y al rato me dijo: "No me quiero morir. Porque cuando me muera... ¿voy a ir a una estrellita?"

El año pasado fue bastante duro para todos: mi vieja ya no está en este mundo (espero que esté en otro mejor...) y para Malena, para mí y para todos, fue un contacto "cercano" y casi inicial con la muerte... y ¿cómo explicarla, cómo contarle de la muerte a una persona de cuatro o de diez años? Tal vez Tomás, lo entienda un poco mejor, (habrá que ver qué es ese "mejor"...), pero cómo explicarle a Malena... ¿cómo decirle que alguien que ayer estaba, ya no está ni va a estar jamás? Tratamos con Judith, mi mujer, mi amiga, mi amante, mi apoyo, mi todo, decirle que ahora estaba en una estrella... y que allí estaba mejor, brillando, sin tanta enfermedad...

"¿Y después voy a volver? Después de la estrellita, ¿voy a volver? Porque yo no me quiero morir... voy a extrañar a mi triciclo, y a mi jardín... No me quiero morir, papi."

Le pude decir que su vida iba a ser muy feliz, que iba a estar muy contenta, que se iba a reir muchísimo y que iba a tener muchos amigos, y que qué era eso de la muerte... vamos...

Por suerte, enseguida, nos quedamos dormidos.

miércoles, marzo 22, 2006

Lorena

Escribe en Clarín en su edición electrónica. En la parte de "chimentos" del espectáculo o algo así... nada memorable. Suelo ver esa sección, es mi costado cholulo, al menos sus títulos, y como todo... tiene cosas buenas y cosas no tan buenas.
Pero hay algo que ocurre siempre que empiezo a leer allí una nota y me empieza a abrumar/aburrir: miro quién es el autor y, adivinemos... ¿quién es el autor, o la autora? Ella. Ja.
Bueno, es cierto que esa sección tiene solamente tres o cuatro periodistas, y no sería tan improbable que cada vez que una nota no me guste, ella fuera (¡fuera!) o fuese su autora.
Y por otro lado no escribe mal, todo lo contrario... Tiene sus recursos, estructuras, y hasta podría resultarme divertida... pero no. Me hincha las pelotas. Me aburre, me perturba, me marea, me molesta.
Una vez escribió pestes acerca de una mina, una mujer que ni me acuerdo quién era, pobrecita, pero a la que no le dejó centímetro cuadrado sin crítica. La mató. Que las siliconas, que el botox, que los hombres, que las otras mujeres, y que no sé qué muérdagos más... tanto que le mandé un mail diciéndole que por el tono y el texto, detrás de esa nota se debía esconder alguien a quien el sujeto (¿o debería decir "la sujeta"?) le producía una envidia incontinente.
Por supuesto que ni me contestó...

Y resulta que hoy... hoy se mandó una nota que nada que ver. Hoy no mató a ninguna mina. "Vivir con la duda" http://old.clarin.com/diario/2006/03/22/conexiones/t-01163266.htm
Y hoy nos mató a todos. Nos destrozó, nos desplumó, nos desarmó y nos dijo, ahora más claramente... "¿Ven? Esto que aquí ven, soy yo. Así. Así soy yo."

Y cómo cambian las cosas cuando enfocamos desde otro lugar...

30 Aniversario - Rarezas.

A propósito del 30 aniversario del Golpe de Estado...



Instauraron como feriado nacional el 24 de marzo... Y es raro. Los perseguidos, asesinados y desaparecidos digamos que merecen algo más que eso: primero merecen justicia. Justicia de verdad, y después hablemos de feriados...

Y además... el 24 fue el día en que comenzó la Dictadura... ¿no podían poner otra fecha? Es como todos los feriados en Argentina: parece que se recuerda cuando la muerte aparece.



Otra cosa que es rara, a propósito del feriado, es que buena parte de quienes votaron el proyecto de ley tuvieron que ver al menos tangencialmente con la dictadura militar, o con el apoyo a leyes como la Obediencia Debida y la del Punto Final y a los indultos decretados por CSM (por favor, no nombrarlo) a favor de asesinos como Videla y Cía.
Y lo que es peor... con la negativa, la orden de votar en contra de anular esos decretos al mismo tiempo en que se sacaba el feriado del 24/3...
¿Cómo es entonces? ¿De qué lado estás?



Última: el año que viene... el 24 de marzo, ¿hablarán todos y todo lo que se habla ahora...?, y peor aún... ¿será feriado?
Pregunto, porque cae sábado...


Y sí, no le creo mucho a K, ni a su séquito y mucho, pero mucho menos a su partido.